miércoles, 13 de octubre de 2010

Festejaron el ascenso

Manuel González antes de iniciar el descenso. El rescatista jugó en O´Higgins.



Franklin Lobos con "chocopanda", mucho más delgado y con la camiseta de la Selección. Destacaba por su gran pegada.



Manuel González, rescatista, y Franklin Lobos, uno de los 33 mineros atrapados, se reencontraron después de 25 años: se habían enfrentado en un partido entre O'Higgins y Cobresal. Fútbol y milagro.

Eterno fueron esos 69 días en los que los 33 mineros tuvieron que soportar para esperar un rescate a 700 metros de profundidad. Serán muchas las anécdotas e historias que cada uno podrá contar una vez en la superficie. Y entre ellas la que vivieron Manuel González, el primero de los tres rescatistas que bajaron a la mina, y Franklin Lobos, uno de los mineros que espera (está en el lugar 27 de la lista) por ser rescatado. Manuel fue futbolista durante su juventud. Nunca pudo trascender dentro del deporte, es más, apenas estuvo presente en nueve partidos oficiales en la primera de O’Higgins. Su mayor logro fue haber marcado un gol en la Copa Chile en 1984. Tal vez en sus registros nunca haya tenido demasiada relevancia aquel encuentro que jugó ante Cobresal y entre los que estaba un tal Franklin Lobos, quien sí tuvo una extensa trayectoria en el fútbol chileno y hasta llego a jugar en la selección. Sin embargo ese encuentro fue motivo de charla a 700 metros de profundidad, ya que 25 años después aquellos que se enfrentaron en una cancha de fútbol, ahora se volvían a ver las caras: uno como rescatistas, otro como obrero. "Fue emocionante, porque el Negro era re bueno, él me daba los pases y yo hacía los goles, y ahora verlo salvando a los mineros, y sobre todo a Franklin, es algo que paraliza el corazón", contó el "Tunga" González, amigo entrañable del hombre que a los 42 años se ganó su espacio en esta epopeya como un superhéroe que pudo ser futbolista.

Franklin Lobos ahora tiene 58 años, está casado y con dos hijas. En junio de 2009 la revista El Gráfico le hizo una nota en la que contaba los distintos trabajos que realizó en su vida hasta llegar a convertirse en un experto minero. “El problema es que yo no convivía mucho con mis compañeros. Me iba a jugar bowling o tenis con los mineros, terminaba el entrenamiento y me iba a jugar con ellos”, contaba el mediocampista que compartió un campo de juego con Iván Zamorano. Franklin tiene una gran amistad con Zamorano, tano es así que el ex capitán de la Roja, le envió saludos y mensajes de apoyo durante los días en los que estuvieron sin contacto con la superficie.
Por su parte Manuel González, quien en 1985 llegó a jugar en la primera división del fútbol chileno, se convirtió en rescatistas desde hace más de 20 años y es uno de los operarios de mejor concepto en Chile. Una vez en el fondo de la mina, las imágenes mostraron el abrazo conmovedor con cada uno de los 33 hombres que esperaban ansiosos el rescate y que por primera vez en 69 días tenían contacto con una persona ajena al grupo. Uno a uno recibieron las instrucciones para poder utilizar la cápsula y el abrazo más fuerte fue justamente con Franklin, aquel futbolista que dos décadas y media atrás lo enfrentó en una cancha de fútbol y que ahora fue clave para poder volver a la vida. Historias, una más de las tantas que tendrán los mineros que sin dudas el 13 de octubre de 2010 volvieron a nacer…

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