miércoles, 24 de julio de 2013

Conversando con Gerardo Tata Martino


Un par de meses antes del Mundial de Sudáfrica 2010 me tocó entrevistar a Gerardo Martino cuando dirigía a la Selección de Paraguay.

El ex enganche dejó conceptos claros que hoy lo siguen identificando, además de elogiar a Alexis Sánchez, Iniesta, Xavi y a Marcelo Bielsa.

Hoy el Tata es el nuevo DT del Barcelona, después de llegar a cuartos de final en la Copa del Mundo y de ser finalista de la Copa América con Paraguay, además de salir campeón de Argentina con Ñewell´s, el club del que es hincha y llevarlo a las semis de la Copa Libertadores.

Asunción, abril 2010 
Extracto de la entrevista publicada en la revista de la Federación de Fútbol de Chile, 
Fútbol +.


Para los hinchas de Newell´s Old Boys - votación vía sitio web -, Gerardo Martino es el jugador más destacado en la historia del equipo “leproso”. En el estadio Coloso del Parque Marcelo Alberto Bielsa, todavía sueñan con la pegada y el talento de este lúcido volante de creación. Con la camiseta de Newell’s levantó tres campeonatos argentinos y el recuerdo está presente. La cancha que hoy tomó el nombre del entrenador de la Selección de Chile, también tiene un lugar para él. Una de las tribunas del estadio se llama Gerardo Martino.
Antes de asumir como seleccionador, el “Tata” se consagró con Cerro Porteño y Libertad en Paraguay, además de dirigir a Brown de Arrecifes, Instituto de Córdoba, Platense y Colon de Santa Fe en Argentina. Como jugador, junto con romperla en Newell´s, pasó por el Tenerife de España, Lanus, O’Higgins de Rancagua y Barcelona de Ecuador.
Debido a su origen es inevitable no relacionarlo con Bielsa, quien lo dirigió en el equipo por el cual sufren y gozan ambos. Martino se encarga de aclarar que aprendió muchas cosas del técnico que llevó a Chile al Mundial: “Rescato la enseñanza de salir a buscar cada uno de los partidos. De proponer, de no esperar el error del rival, sino que incentivarlo. Me identifico con el ánimo de partir gestando y no de ver qué pasa. La sensación que da es que él (Bielsa) dirige cada uno de los equipos tratando de quedar en la historia. Y la mayoría dirigimos tratando de durar. Además Marcelo tiene una forma de expresarles sus ideas a los jugadores que realmente convence. A mí me gustaría poder hacer eso con los míos”.
El Tata, me recibió en las oficinas donde prepara el Mundial de Sudáfrica y con mucha claridad en sus conceptos comienzó a hablar de fútbol.

¿Qué equipo ve bien de cara al Mundial?

España es el candidatazo. Es la selección que mejor está hoy por hoy, sólo es equiparable, tomando en cuenta las individualidades y porque se ha hecho una selección muy práctica, con Brasil.

¿Qué Copa del Mundo espera ver?

Me parece que vamos a seguir viendo especulaciones, que habrá mayoría de equipos que pasen la línea de la pelota y esperen, que contragolpeén. Espero sí, por lo que conozco a los entrenadores, ver algo distinto de España, o lo habitual de España. Espero ver algo distinto de Chile, indudablemente tengo expectativas de ver lo que hará el equipo de Bielsa en Sudáfrica. Pero lo que me preocupa más y donde tengo más expectativas creadas es en ver cómo funciona Paraguay.

¿De Chile, qué jugadores les gustan?

A mí me gusta mucho Alexis Sánchez, es un jugador con mucho potencial, distinto, desequilibrante, que hace lo inesperado. Después hay jugadores que le dan el carácter al equipo: Bravo, Medel, Vidal, son jugadores que tienen mucho peso y se nota la injerencia anímica que tienen dentro del plantel. Y está Suazo, un goleador-jugador. No es un delantero que sólo termina las jugadas. Cuando tiene que participar en la creación lo hace sin ningún tipo de problemas. Es muy importante que el centrodelantero sepa jugar, que esté dentro del circuito de juego, porque sino tienes que elaborar prácticamente con nueve y no con diez. Bueno, pero en Chile hasta participa en la elaboración Bravo así que ahí se puede hablar de once. Contra nosotros hizo unas cuantas salidas defensivas muy buenas.

Paraguay tiene una selección exitosa ¿Cómo explica que este éxito no sea coincidente con la competencia y la organización interna?

En Paraguay hay dieciséis años muy buenos de selección (clasificaciones a los mundiales 98 - 02 -06-10), además con un recambio de jugadores importante, es muy positivo. Pero concuerdo que el crecimiento de la Selección no va de la mano con el crecimiento del fútbol local. Eso es un hecho, es la realidad. Pero la respuesta a la pregunta no la tengo. Puede ser por el mérito de los jugadores, porque si uno tiene buenos jugadores puede armar una buena selección. Pero eso no significa que se esté trabajando bien en la parte formativa, en divisiones inferiores, en la administrativa, en infraestructura o en lo logístico.    

Y en ese sentido ¿Cómo ve a Chile?

Me parece que Chile medianamente lo ha logrado. Yo no sigo la liga chilena, pero una forma parcial de darse cuenta de la evolución conjunta de la Selección y del fútbol local es la participación de los equipos en torneos internacionales; y Chile levantó el nivel en el último tiempo. Está claro que Chile, como país tiene una estructura y un apoyo que en este último tiempo ha reforzado el crecimiento.   

¿Cuál es la influencia que tuvo Marcelo Bielsa en su carrera como entrenador y jugador?

Es el entrenador más importante que tuve en mi carrera. Y obviamente tengo cosas que tomé de Marcelo. Pero hay un grupo de muchachos que por el sólo hecho de haber sido dirigidos por él, somos mirados de una forma similar. Yo digo siempre, “a nosotros nos conviene la comparación”, porque si te relacionan con un tipo que es tan reconocido es un plus, son cincos años más dirigiendo, es un como hacer un master.
Primero él tuvo una gran incidencia en mí como jugador. Yo quiero destacar esto, a mí me hizo un jugador mucho más completo, sentí que a partir de que él fue mi entrenador pude desarrollar un juego que era mucho más acorde a lo que se necesitaba. Después hay muchas cosas que tomé, y que trato de hacerlas. Otras que no me gustan y les doy mi perfil. Una de las cualidades más importante de Marcelo tiene que ver con el relacionarse, el respeto y la honestidad para con el grupo de jugadores, y ahí para mí no hay veinte formas, es esa o otra con la cual no coincido. Creo en la importancia del funcionamiento del grupo. Si a uno - como casi  siempre - le toca dirigir un equipo sin grandes individualidades, el apoyo principal es el juego conjunto. Y el juego conjunto se empieza a gestar afuera de la cancha.

Marcelo Bielsa dijo que un equipo siempre se estructuraba de forma similar: 4 defensores, un mediocampista defensivo, uno intermedio, uno ofensivo y tres delanteros: dos “wines” y un “nueve”. Y a partir de ahí, de las circunstancias y según lo que se le quiera imponer al rival y lo que el rival le imponga a uno hay modificaciones ¿Usted concuerda con ese pensamiento?

Sí, concuerdo. Creo que primero hay que saber cómo quieres que juegue tu equipo, cómo quieres que ataque y cómo quieres que defienda. Pero evidentemente no se puede dirigir un equipo prescindiendo de lo que me voy a encontrar al frente. Entonces trato de modificar algunas cuestiones porque si me atacan con tres, voy a defender con cuatro; si me atacan con dos, voy a defender con tres; si me atacan con un punta y un media-punta a lo mejor juego con línea de cuatro. Esas cuestiones me gustan, encontré los jugadores para llevarlo a cabo y trato de hacerlo. Además busco tener, inclusive los tres puntas. Salvo que mis tres puntas son bastante mentirosos, eso sí lo debo aclarar jajaja. Los míos no son Alexis Sánchez, Suazo y Mark González. Por ahí en Paraguay aparece Vera de siete o Barreto de siete. Pero la disposición para presionar es parecida.  

¿Cómo se convence a los jugadores?

Se convence a los jugadores diciéndoles la verdad. Y se les concientiza primero desde el conocimiento. A nosotros nos pasó algo muy particular, nuestra idea creció en la derrota. El 2007 los resultados de los partidos amistosos fueron desastrosos, pero no el rendimiento. Nosotros tuvimos partidos muy buenos en esas derrotas. Y el grupo siguió apostando. Pero el crédito de las derrotas tiene un límite y cuando se nos acababa, vinieron los resultados de las eliminatorias.
A Chile le pasó peor que a nosotros, porque perdió, ya en la eliminatoria y de local contra nosotros y contra Brasil. Pero cuando la cabeza sabe donde va, y me parece que el presidente de la Federación Chilena sabe para dónde va, después se hace todo más fácil para trabajar. Y eso me parece que Macelo lo vio. Cuando se supo que Chile lo quería, yo me empecé a preocupar. Pensé: “por qué se tarda tanto en contestar, será que algo lo está seduciendo”. Yo ya era el técnico de Paraguay y obviamente no quería que Chile tuviera de técnico a Marcelo.

Hoy los jugadores de fútbol son personas que ganan sumas de dinero muy altas ¿Qué le parece la actitud que tienen para con sus selecciones nacionales?

Acá sobretodo es conmovedor. En Sudamérica hay grandes diferencias entre lo que los jugadores ganan en su club y lo que cobran en sus selecciones. Verdaderamente habría que recalcar que los futbolistas que vienen a disputar las eliminatorias son un ejemplo de amor a la camiseta, de sed de gloria. Porque viajan 15 horas para acá, después para allá, jugar entre semana, con diferencias horarias, hipotecar la titularidad en su club. La verdad que eso sólo se hace porque empuja la camiseta, por las ganas de hacer historia.

¿Cómo ve el Mundial para las selecciones sudamericanas?

Argentina y Brasil siempre van a estar peleando. Pero los otros tres equipos creo que están en condiciones de hacer un muy buen Mundial. Eso sí, no soy del todo objetivo porque tengo un aprecio muy especial por el Maestro Tabárez; y ni hablar por Marcelo. Entonces hay una mezcla de lo que creo que va a pasar y lo que deseo que suceda. Pero están las condiciones. El secreto es pasar la primera rueda, de ahí me parece que los equipos se despojan de los temores, en el uno contra uno cambia todo.

¿Cuáles son los futbolistas que más les gusta ver jugar?


A mi me gusta ver a Xavi e Iniesta. Ellos hacen todo bien y no es fácil en el fútbol, jugar tan fácil como lo hacen ellos. No hacen cosas de más, no le pasan la pierna a la pelota para un lado y para el otro. Pero la manejan muy bien, siempre le dan el pase al compañero y cuando dan un pase-gol, es como si estuvieran dando un pase de dos metros, sin ningún tipo de trascendencia. Son extraordinarios. Además tienen un perfil fuera de la cancha sin arrogancia, no se llevan el mundo por delante. Hablan como juegan y cuando juegan.

jueves, 30 de mayo de 2013

martes, 2 de abril de 2013

jueves, 28 de marzo de 2013

Gol de Chile


¿Hay algo que nos provoque sensaciones similares a un gol de Chile? ¿Existe alguna otra ocasión en que nos liberemos, gritemos y nos abracemos de esa manera?
El mítico escritor y dibujante argentino, Roberto Fontanarrosa dijo alguna vez: “No soy excesivamente demostrativo, así que pienso: ¿Qué otra cosa puede movilizarme a mí para que por ahí salte, grite y me abrace con gente que no conozco? Solamente el fútbol. Ni que gane la lotería, ni que me vaya bien con un libro”. Y es así, el fútbol es único.

Pero no todas las celebraciones son iguales. Hay goles que se gritan más que otros. Me acuerdo del cabezazo de Salas a centro de Víctor Hugo en las eliminatorias a Francia 98. Fue contra Uruguay, el Matador desvió la trayectoria y el arquero Siboldi no pudo llegar. Lo vi en mi casa con mis amigos del colegio y la locura fue total. Gritos a todo pulmón, abrazos, cojines tirados por la ventana, montaña humana, euforia total. Sabíamos que ese partido era clave para llegar al Mundial.

El partido del martes con Uruguay tuvo de eso, sabíamos que era clave. Fuimos con ilusión y nos instalamos en la galería norte con mis amigos de siempre. El gol de Paredes vino rápido y se gritó con furia, con locura, con desahogo. No ganábamos hace 9 meses y estábamos quedando fuera. Era mucho tiempo sin celebrar. Apenas el 22 la empujó nos abrazamos como locos con el Matute y el Paulo, soltamos gritos al cielo hasta no poder más. Después vinieron los abrazos con los niños que estaban delante nuestro en su primera ida a ver a Chile, sus ojos vidriosos no podían creer lo que estaban viviendo.


Después del partido y antes de seguir con su lomito italiano en la Fuente Suiza. El Matute, que venía llegando de Lima siguiendo a la Selección, nos dice con la voz media gastada que hace tiempo no gritaba un gol como gritó el de Paredes. Y es verdad, siempre hace falta gritar un gol así. Liberador, una combinación entre alivio y alegría.

La celebración posterior, ya más tranquilos, fue porque Chile volvió a tener una idea clara de juego, además nos metemos en puestos de clasificación y sabemos que jugando así es muy posible llegar al Mundial. Pero después que mi amigo me dijo lo del gol, me di cuenta que esos momentos son lo que buscamos yendo al estadio, juntándonos con nuestros amigos a compartir la pasión común. Buscamos ese sentimiento individual que se potencia en lo colectivo y que no tiene comparación. Porque nada se iguala a gritar un gol de Chile, uno como el de Paredes el martes. Nada libera, desahoga y nos hace explotar de alegría como eso. Nada emociona más que esa tormenta de sentimientos pasajeros que se quedan en el recuerdo para siempre. Ninguna otra cosa puede darnos lo que el fútbol nos da.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Copa América 87, Chile 4 Brasil 0: El día que goleamos a los mejores del mundo


El 3 de julio de 1987 la Selección chilena aplastó a Brasil en el partido definitorio del grupo B de la Copa América que se jugaba en Argentina. En un encuentro que rayó la perfección, dos goles de un joven Ivo Basay y otros dos de Juan Carlos Letelier hicieron celebrar a todo el país.

El equipo que jugó la final frente a Uruguay

Chile necesitaba el triunfo para pasar en su grupo. Brasil le ganó por cinco a cero a Venezuela, mientras La Roja superó a la Vinotinto por tres a uno. El empate en el partido de definición por el grupo favorecía al equipo comandado en ese entonces por jugadores como Careca, Ricardo Rocha, Raí, Valdo, Muller y Romario.

En la previa del torneo, la Selección chilena había tenido problemas en el acuerdo por los premios. El ambiente no era el mejor, pero se logró solucionar. “Hubo presiones porque no se arreglaba el tema de los premios. Creo que eso nos pudo afectar un poco para el partido contra Venezuela, porque el problema todavía estaba fresco. Luego pudimos zanjar el tema y nos concentrarnos en el juego”, dice Jorge “Koke” Contreras, número diez de ese equipo.

Había que definir con Brasil y en la antesala los jugadores se mostraban cautos en las declaraciones. “Uno siempre quiere ganar, más si es contra Brasil. Así que nosotros respondíamos que era una final, un partido definitorio y que íbamos a jugarnos toda nuestra opción”, dice Juan Carlos Letelier.  Pero Orlando Aravena no fue tan medido. “Nosotros hacíamos declaraciones de bajo perfil. Pero al profe le preguntaban tanto que se despachó un: “Le vamos a ganar cuatro a cero a Brasil”. Y al final así fue”, recuerda entre risas el Koke.

En la charla antes del partido, el técnico fue reforzándoles conceptos uno por uno a los integrantes del equipo, planeando cómo derrotar a un rival que en el papel se veía opuesto al que habían vencido en la primera fecha.

En el primer tiempo Brasil atacó y atacó. Chile que había cambiado a sus dos laterales para ese partido, se defendía. “La idea era tener solidez defensiva, a Hormazábal y a Reyes era muy difícil pasarlos en el mano a mano, perdíamos salida pero asegurábamos que no nos pasaban. Hormazábal en una jugada se barrió y botó hasta al guardalíneas, no dejaba pasar una”, recuerda Aravena.

La figura de esa primera parte fue Roberto “Cóndor” Rojas, que sacó primero un tiró cruzado de Muller y luego achicó a Careca en un mano a mano forzándolo a elevar su definición. Minutos después una tapada milagrosa: centro del lateral derecho Josimar, pivoteo de Careca y Muller la pesca llena, de volea, en el corazón del área chilena. El bombazo va al ángulo derecho, Rojas vuela y con un manotazo felino la tira al corner. El delantero brasileño no lo podía creer.

A los 41 minutos Edu baja a Basay cerca del área rival. Koke Contreras acomoda y mete un centro pasado para que el mismo Hueso Basay atropelle de cabeza por el segundo palo. El portero Carlos se estiró pero la pelota se metió pegada a su palo izquierdo. Chile se ponía en ventaja al borde del término del primer tiempo.

El técnico Orlando Aravena recuerda ese entretiempo: “En el descanso les dije que se mantuvieran igual, les reforcé algunos conceptos. Ese equipo además de muy buenas cualidades futbolísticas, tenía mucha personalidad. Eso me daba la confianza de que podíamos administrar bien la ventaja”.

El comienzo del segundo tiempo no pudo ser mejor. A los tres minutos el portero Rojas saca largo. El central Geraldao se resbala y Letelier queda frente a frente con el arquero Carlos. El delantero le tira un globo que entra con suspenso pegado al palo derecho. Dos a cero de entrada en el segundo tiempo, Chile entero era un festejo. “Apreté al central, pifió y quedé sólo frente al arquero. La pelota no me bajaba nunca para definir cómodo, así que le tuve que tirar un globo”, recuerda el goleador.

Con la ventaja, Chile tomó el control del partido. El buen pie del mediocampo se notó, más aún con la expulsión del lateral izquierdo brasileño Nelsinho. La mesa estaba servida, La Roja estaba a un paso de la semifinal de América.

Romario, uno de los cracks que alineó Brasil

El Scratch intentó, tuvo un par de ocasiones de riesgo, pero en el contragolpe Chile se hacía peligroso.

Minuto 68 y Contreras mete un córner al centro del área brasileña, y otra vez Basay gana de cabeza. El “Hueso” se zambulle, anticipa a todos y sentencia el tres a cero, el arquero Carlos nada podía hacer.

Ahora sí, Chile se hacía dueño de la pelota, tocaba y jugaba bien. A los 75 minutos el “León” Astengo cruza toda la cancha, ubica a Juan Carlos Letelier, este hace la pausa y le pone un pase a Astengo que ya había picado al área. El central la devuelve de cabeza - pared aérea - y Letelier recibe libre para definir ante Carlos. Golazo, cuatro a cero y a semifinales. La alegría era total. “Jugamos un partido ideal. El primer tiempo Brasil nos atacó mucho y logramos que no nos convirtiera, principalmente por la actuación de Roberto (Rojas). En ataque fuimos eficientes, y marcamos en los momentos justos”, argumenta el Koke Contreras.

En semifinales Chile siguió con las victorias. Dos a uno a la Colombia de Higuita y Valderrama, en un dramático partido que se definió en el alargue. La final, una pena. Cero a uno ante Uruguay y un segundo puesto que pudo ser más. Igualmente la vuelta a Chile fue gloriosa. “Me acuerdo que llegamos como a las tres de la mañana, pero igual había mucha gente esperándonos en el aeropuerto. Ese equipo dio muchas alegrías, es una de las mejores selecciones nacionales que ha habido”, dice Orlando Aravena.


Así jugó Chile

Chile modificó en cuatro nombres la formación respecto a la que había enfrentado a Venezuela en el 3 a 1 del debut. La línea defensiva fue la que más cambios tuvo. “Nosotros históricamente le hemos ganado a Venezuela, así que salimos a buscar el partido. Los laterales que elegí para el primer encuentro fueron Rubén Espinoza y Alex Martínez, los dos con mucho ida y vuelta, muy ofensivos. Para el partido con Brasil cambiamos por dos marcadores de punta que eran mucho mejor en la marca: Reyes y Hormazábal. Con eso nos asegurábamos solidez defensiva”, explica el DT de Chile en Argentina 87, Orlando Aravena. Además entró Ricardo Toro por el suspendido Eduardo “Mocho” Gómez. “Reyes tomaba a Careca (centro delantero brasileño) en las pelotas detenidas y Toro lo marcaba durante el juego mismo”,  comenta el DT. En la mitad de la cancha salió Osvaldo “Arica” Hurtado y Héctor Puebla tomó su lugar. Chile ponía una línea de tres volantes, más un enganche que fue Jorge Contreras. Así lo recuerda el estratega: “Jugó por la derecha Mardones, por el centro Pizarro y por la izquierda el “Ligua” Puebla. Los tres tenían buen manejo y Pizarro con Puebla además llegaban arriba. Más adelante el Koke, que con su pegada podía habilitar a los dos puntas rapidísimos que teníamos”.
En ataque Letelier y Basay tenían la misión de encarar, ganar las espaldas de los laterales y llevar a los centrales a las zonas de los marcadores de punta. “Yo siempre jugué con punteros, Basay y Letelier tenían mucho de eso, eran rápidos y muy encaradores”, termina Aravena

Ficha técnica

CHI – BRA 4:0 (1:0)
CHI: Rojas; Reyes, Astengo, Toro, Hormazábal; Pizarro, Mardones, Contreras, Puebla; Basay (80´ Zamorano), Letelier (76´ Salgado)
DT: Orlando Aravena.

BRA: Carlos; Josimar, Ricardo Rocha (45´ Geraldão), Julio César, Nelsinho; Raí, Douglas, Edú Marangón (53´ Romário), Valdo; Müller, Careca
DT: Carlos Alberto Torres.

GOLES: 1:0 Basay 41´, 2:0 Letelier 48´, 3:0 Basay 68´, 4:0 Letelier 75´
Expulsado: Nelsinho (57´)

03.07.87 Córdoba, Chateau Carreras
15.000 personas
Árbitro: Juan Daniel Cardellino URU