El 3 de julio de 1987 la Selección chilena aplastó a Brasil
en el partido definitorio del grupo B de la Copa América que se jugaba en
Argentina. En un encuentro que rayó la perfección, dos goles de un joven Ivo
Basay y otros dos de Juan Carlos Letelier hicieron celebrar a todo el país.
El equipo que jugó la final frente a Uruguay
En la previa del torneo, la Selección chilena había tenido
problemas en el acuerdo por los premios. El ambiente no era el mejor, pero se
logró solucionar. “Hubo presiones porque no se arreglaba el tema de los
premios. Creo que eso nos pudo afectar un poco para el partido contra
Venezuela, porque el problema todavía estaba fresco. Luego pudimos zanjar el
tema y nos concentrarnos en el juego”, dice Jorge “Koke” Contreras, número diez
de ese equipo.
Había que definir con Brasil y en la antesala los jugadores
se mostraban cautos en las declaraciones. “Uno siempre quiere ganar, más si es
contra Brasil. Así que nosotros respondíamos que era una final, un partido
definitorio y que íbamos a jugarnos toda nuestra opción”, dice Juan Carlos
Letelier. Pero Orlando Aravena no fue
tan medido. “Nosotros hacíamos declaraciones de bajo perfil. Pero al profe le
preguntaban tanto que se despachó un: “Le vamos a ganar cuatro a cero a
Brasil”. Y al final así fue”, recuerda entre risas el Koke.
En la charla antes del partido, el técnico fue reforzándoles
conceptos uno por uno a los integrantes del equipo, planeando cómo derrotar a
un rival que en el papel se veía opuesto al que habían vencido en la primera
fecha.
En el primer tiempo Brasil atacó y atacó. Chile que había
cambiado a sus dos laterales para ese partido, se defendía. “La idea era tener
solidez defensiva, a Hormazábal y a Reyes era muy difícil pasarlos en el mano a
mano, perdíamos salida pero asegurábamos que no nos pasaban. Hormazábal en una
jugada se barrió y botó hasta al guardalíneas, no dejaba pasar una”, recuerda
Aravena.
La figura de esa primera parte fue Roberto “Cóndor” Rojas,
que sacó primero un tiró cruzado de Muller y luego achicó a Careca en un mano a
mano forzándolo a elevar su definición. Minutos después una tapada milagrosa:
centro del lateral derecho Josimar, pivoteo de Careca y Muller la pesca llena,
de volea, en el corazón del área chilena. El bombazo va al ángulo derecho,
Rojas vuela y con un manotazo felino la tira al corner. El delantero brasileño
no lo podía creer.
A los 41 minutos Edu baja a Basay cerca del área rival. Koke
Contreras acomoda y mete un centro pasado para que el mismo Hueso Basay
atropelle de cabeza por el segundo palo. El portero Carlos se estiró pero la
pelota se metió pegada a su palo izquierdo. Chile se ponía en ventaja al borde
del término del primer tiempo.
El técnico Orlando Aravena recuerda ese entretiempo: “En el
descanso les dije que se mantuvieran igual, les reforcé algunos conceptos. Ese
equipo además de muy buenas cualidades futbolísticas, tenía mucha personalidad.
Eso me daba la confianza de que podíamos administrar bien la ventaja”.
El comienzo del segundo tiempo no pudo ser mejor. A los tres
minutos el portero Rojas saca largo. El central Geraldao se resbala y Letelier
queda frente a frente con el arquero Carlos. El delantero le tira un globo que
entra con suspenso pegado al palo derecho. Dos a cero de entrada en el segundo
tiempo, Chile entero era un festejo. “Apreté al central, pifió y quedé sólo
frente al arquero. La pelota no me bajaba nunca para definir cómodo, así que le
tuve que tirar un globo”, recuerda el goleador.
Con la ventaja, Chile tomó el control del partido. El buen
pie del mediocampo se notó, más aún con la expulsión del lateral izquierdo
brasileño Nelsinho. La mesa estaba servida, La Roja estaba a un paso de la
semifinal de América.
Romario, uno de los cracks que alineó Brasil
Minuto 68 y Contreras mete un córner al centro del área
brasileña, y otra vez Basay gana de cabeza. El “Hueso” se zambulle, anticipa a
todos y sentencia el tres a cero, el arquero Carlos nada podía hacer.
Ahora sí, Chile se hacía dueño de la pelota, tocaba y jugaba
bien. A los 75 minutos el “León” Astengo cruza toda la cancha, ubica a Juan
Carlos Letelier, este hace la pausa y le pone un pase a Astengo que ya había
picado al área. El central la devuelve de cabeza - pared aérea - y Letelier
recibe libre para definir ante Carlos. Golazo, cuatro a cero y a semifinales.
La alegría era total. “Jugamos un partido ideal. El primer tiempo Brasil nos
atacó mucho y logramos que no nos convirtiera, principalmente por la actuación
de Roberto (Rojas). En ataque fuimos eficientes, y marcamos en los momentos
justos”, argumenta el Koke Contreras.
En semifinales Chile siguió con las victorias. Dos a uno a
la Colombia de Higuita y Valderrama, en un dramático partido que se definió en
el alargue. La final, una pena. Cero a uno ante Uruguay y un segundo puesto que
pudo ser más. Igualmente la vuelta a Chile fue gloriosa. “Me acuerdo que
llegamos como a las tres de la mañana, pero igual había mucha gente
esperándonos en el aeropuerto. Ese equipo dio muchas alegrías, es una de las
mejores selecciones nacionales que ha habido”, dice Orlando Aravena.
Así jugó Chile
Chile modificó en cuatro nombres la formación respecto a la
que había enfrentado a Venezuela en el 3 a 1 del debut. La línea defensiva fue
la que más cambios tuvo. “Nosotros históricamente le hemos ganado a Venezuela,
así que salimos a buscar el partido. Los laterales que elegí para el primer
encuentro fueron Rubén Espinoza y Alex Martínez, los dos con mucho ida y
vuelta, muy ofensivos. Para el partido con Brasil cambiamos por dos marcadores
de punta que eran mucho mejor en la marca: Reyes y Hormazábal. Con eso nos
asegurábamos solidez defensiva”, explica el DT de Chile en Argentina 87,
Orlando Aravena. Además entró Ricardo Toro por el suspendido Eduardo “Mocho”
Gómez. “Reyes tomaba a Careca (centro delantero brasileño) en las pelotas
detenidas y Toro lo marcaba durante el juego mismo”, comenta el DT. En la mitad de la cancha salió
Osvaldo “Arica” Hurtado y Héctor Puebla tomó su lugar. Chile ponía una línea de
tres volantes, más un enganche que fue Jorge Contreras. Así lo recuerda el
estratega: “Jugó por la derecha Mardones, por el centro Pizarro y por la izquierda
el “Ligua” Puebla. Los tres tenían buen manejo y Pizarro con Puebla además
llegaban arriba. Más adelante el Koke, que con su pegada podía habilitar a los
dos puntas rapidísimos que teníamos”.
En ataque Letelier y Basay tenían la misión de encarar, ganar
las espaldas de los laterales y llevar a los centrales a las zonas de los
marcadores de punta. “Yo siempre jugué con punteros, Basay y Letelier tenían
mucho de eso, eran rápidos y muy encaradores”, termina Aravena
Ficha técnica
CHI – BRA 4:0 (1:0)
CHI: Rojas; Reyes, Astengo, Toro, Hormazábal; Pizarro,
Mardones, Contreras, Puebla; Basay (80´ Zamorano), Letelier (76´ Salgado)
DT: Orlando Aravena.
BRA: Carlos; Josimar, Ricardo Rocha (45´ Geraldão), Julio
César, Nelsinho; Raí, Douglas, Edú Marangón (53´ Romário), Valdo; Müller,
Careca
DT: Carlos Alberto Torres.
GOLES: 1:0 Basay 41´, 2:0 Letelier 48´, 3:0 Basay 68´, 4:0
Letelier 75´
Expulsado: Nelsinho (57´)
03.07.87 Córdoba, Chateau Carreras
15.000 personas
Árbitro: Juan Daniel Cardellino URU