miércoles, 27 de febrero de 2013

Copa América 87, Chile 4 Brasil 0: El día que goleamos a los mejores del mundo


El 3 de julio de 1987 la Selección chilena aplastó a Brasil en el partido definitorio del grupo B de la Copa América que se jugaba en Argentina. En un encuentro que rayó la perfección, dos goles de un joven Ivo Basay y otros dos de Juan Carlos Letelier hicieron celebrar a todo el país.

El equipo que jugó la final frente a Uruguay

Chile necesitaba el triunfo para pasar en su grupo. Brasil le ganó por cinco a cero a Venezuela, mientras La Roja superó a la Vinotinto por tres a uno. El empate en el partido de definición por el grupo favorecía al equipo comandado en ese entonces por jugadores como Careca, Ricardo Rocha, Raí, Valdo, Muller y Romario.

En la previa del torneo, la Selección chilena había tenido problemas en el acuerdo por los premios. El ambiente no era el mejor, pero se logró solucionar. “Hubo presiones porque no se arreglaba el tema de los premios. Creo que eso nos pudo afectar un poco para el partido contra Venezuela, porque el problema todavía estaba fresco. Luego pudimos zanjar el tema y nos concentrarnos en el juego”, dice Jorge “Koke” Contreras, número diez de ese equipo.

Había que definir con Brasil y en la antesala los jugadores se mostraban cautos en las declaraciones. “Uno siempre quiere ganar, más si es contra Brasil. Así que nosotros respondíamos que era una final, un partido definitorio y que íbamos a jugarnos toda nuestra opción”, dice Juan Carlos Letelier.  Pero Orlando Aravena no fue tan medido. “Nosotros hacíamos declaraciones de bajo perfil. Pero al profe le preguntaban tanto que se despachó un: “Le vamos a ganar cuatro a cero a Brasil”. Y al final así fue”, recuerda entre risas el Koke.

En la charla antes del partido, el técnico fue reforzándoles conceptos uno por uno a los integrantes del equipo, planeando cómo derrotar a un rival que en el papel se veía opuesto al que habían vencido en la primera fecha.

En el primer tiempo Brasil atacó y atacó. Chile que había cambiado a sus dos laterales para ese partido, se defendía. “La idea era tener solidez defensiva, a Hormazábal y a Reyes era muy difícil pasarlos en el mano a mano, perdíamos salida pero asegurábamos que no nos pasaban. Hormazábal en una jugada se barrió y botó hasta al guardalíneas, no dejaba pasar una”, recuerda Aravena.

La figura de esa primera parte fue Roberto “Cóndor” Rojas, que sacó primero un tiró cruzado de Muller y luego achicó a Careca en un mano a mano forzándolo a elevar su definición. Minutos después una tapada milagrosa: centro del lateral derecho Josimar, pivoteo de Careca y Muller la pesca llena, de volea, en el corazón del área chilena. El bombazo va al ángulo derecho, Rojas vuela y con un manotazo felino la tira al corner. El delantero brasileño no lo podía creer.

A los 41 minutos Edu baja a Basay cerca del área rival. Koke Contreras acomoda y mete un centro pasado para que el mismo Hueso Basay atropelle de cabeza por el segundo palo. El portero Carlos se estiró pero la pelota se metió pegada a su palo izquierdo. Chile se ponía en ventaja al borde del término del primer tiempo.

El técnico Orlando Aravena recuerda ese entretiempo: “En el descanso les dije que se mantuvieran igual, les reforcé algunos conceptos. Ese equipo además de muy buenas cualidades futbolísticas, tenía mucha personalidad. Eso me daba la confianza de que podíamos administrar bien la ventaja”.

El comienzo del segundo tiempo no pudo ser mejor. A los tres minutos el portero Rojas saca largo. El central Geraldao se resbala y Letelier queda frente a frente con el arquero Carlos. El delantero le tira un globo que entra con suspenso pegado al palo derecho. Dos a cero de entrada en el segundo tiempo, Chile entero era un festejo. “Apreté al central, pifió y quedé sólo frente al arquero. La pelota no me bajaba nunca para definir cómodo, así que le tuve que tirar un globo”, recuerda el goleador.

Con la ventaja, Chile tomó el control del partido. El buen pie del mediocampo se notó, más aún con la expulsión del lateral izquierdo brasileño Nelsinho. La mesa estaba servida, La Roja estaba a un paso de la semifinal de América.

Romario, uno de los cracks que alineó Brasil

El Scratch intentó, tuvo un par de ocasiones de riesgo, pero en el contragolpe Chile se hacía peligroso.

Minuto 68 y Contreras mete un córner al centro del área brasileña, y otra vez Basay gana de cabeza. El “Hueso” se zambulle, anticipa a todos y sentencia el tres a cero, el arquero Carlos nada podía hacer.

Ahora sí, Chile se hacía dueño de la pelota, tocaba y jugaba bien. A los 75 minutos el “León” Astengo cruza toda la cancha, ubica a Juan Carlos Letelier, este hace la pausa y le pone un pase a Astengo que ya había picado al área. El central la devuelve de cabeza - pared aérea - y Letelier recibe libre para definir ante Carlos. Golazo, cuatro a cero y a semifinales. La alegría era total. “Jugamos un partido ideal. El primer tiempo Brasil nos atacó mucho y logramos que no nos convirtiera, principalmente por la actuación de Roberto (Rojas). En ataque fuimos eficientes, y marcamos en los momentos justos”, argumenta el Koke Contreras.

En semifinales Chile siguió con las victorias. Dos a uno a la Colombia de Higuita y Valderrama, en un dramático partido que se definió en el alargue. La final, una pena. Cero a uno ante Uruguay y un segundo puesto que pudo ser más. Igualmente la vuelta a Chile fue gloriosa. “Me acuerdo que llegamos como a las tres de la mañana, pero igual había mucha gente esperándonos en el aeropuerto. Ese equipo dio muchas alegrías, es una de las mejores selecciones nacionales que ha habido”, dice Orlando Aravena.


Así jugó Chile

Chile modificó en cuatro nombres la formación respecto a la que había enfrentado a Venezuela en el 3 a 1 del debut. La línea defensiva fue la que más cambios tuvo. “Nosotros históricamente le hemos ganado a Venezuela, así que salimos a buscar el partido. Los laterales que elegí para el primer encuentro fueron Rubén Espinoza y Alex Martínez, los dos con mucho ida y vuelta, muy ofensivos. Para el partido con Brasil cambiamos por dos marcadores de punta que eran mucho mejor en la marca: Reyes y Hormazábal. Con eso nos asegurábamos solidez defensiva”, explica el DT de Chile en Argentina 87, Orlando Aravena. Además entró Ricardo Toro por el suspendido Eduardo “Mocho” Gómez. “Reyes tomaba a Careca (centro delantero brasileño) en las pelotas detenidas y Toro lo marcaba durante el juego mismo”,  comenta el DT. En la mitad de la cancha salió Osvaldo “Arica” Hurtado y Héctor Puebla tomó su lugar. Chile ponía una línea de tres volantes, más un enganche que fue Jorge Contreras. Así lo recuerda el estratega: “Jugó por la derecha Mardones, por el centro Pizarro y por la izquierda el “Ligua” Puebla. Los tres tenían buen manejo y Pizarro con Puebla además llegaban arriba. Más adelante el Koke, que con su pegada podía habilitar a los dos puntas rapidísimos que teníamos”.
En ataque Letelier y Basay tenían la misión de encarar, ganar las espaldas de los laterales y llevar a los centrales a las zonas de los marcadores de punta. “Yo siempre jugué con punteros, Basay y Letelier tenían mucho de eso, eran rápidos y muy encaradores”, termina Aravena

Ficha técnica

CHI – BRA 4:0 (1:0)
CHI: Rojas; Reyes, Astengo, Toro, Hormazábal; Pizarro, Mardones, Contreras, Puebla; Basay (80´ Zamorano), Letelier (76´ Salgado)
DT: Orlando Aravena.

BRA: Carlos; Josimar, Ricardo Rocha (45´ Geraldão), Julio César, Nelsinho; Raí, Douglas, Edú Marangón (53´ Romário), Valdo; Müller, Careca
DT: Carlos Alberto Torres.

GOLES: 1:0 Basay 41´, 2:0 Letelier 48´, 3:0 Basay 68´, 4:0 Letelier 75´
Expulsado: Nelsinho (57´)

03.07.87 Córdoba, Chateau Carreras
15.000 personas
Árbitro: Juan Daniel Cardellino URU